PEDRO
Seis años antes…
—Se te está saliendo el ombligo —le digo. Paso mis dedos sobre su
estómago desnudo, y la beso—. Es lindo.
Presiono mi oído en su piel y cierro los ojos. —Apuesto a que te
sientes solo
allí —digo—. ¿Te sientes solo ahí, amigo?
Romina se ríe. —Sigues hablándole a un niño. ¿Y si es una niña?
Le digo Romina lo que sea que sea, lo amaré igual. Ya
lo amo.
O a ella.
Nuestros padres están fuera de la ciudad. Jugamos a la casita otra vez,
excepto que esta vez, realmente no jugamos. Es algo serio.
—Entonces, ¿qué pasa si esta vez él le pide matrimonio?
—pregunta.
Le digo que no se preocupe. Le digo que no le va a pedir
matrimonio. Iba
a preguntarme primero antes de hacerlo. Lo conozco bien.
—Tenemos que decirles —digo.
Asiente. Sabe que tenemos que decirles. Han pasado tres
meses. Nos graduamos en dos. Se le está empezando a notar.
Se le está saliendo el ombligo. Es lindo.
—Debemos decirles mañana —digo.
Está de acuerdo.
Me alejo de su estómago y me acuesto a su lado. La pongo
contra mí. Toco su cara.
—Te amo, Romina —le digo.
No está tan asustada ahora. Me dice que también me ama.
—Estás haciendo un buen trabajo —digo. No sabe de lo que
hablo, por lo que sonrió y toco su estómago—. Lo estás cuidando
muy bien. Seguro que vas a crear al
mejor bebé que haya creado una mujer.
Se ríe de mi estupidez.
Me amas tanto, Romina.
La miro —a la chica que le di mi corazón—, y me pregunto
cómo soy tan afortunado.
Me pregunto por qué me ama tanto como la amo.
Me pregunto lo que va a decir mi papá cuando se entera de
nosotros.
Me pregunto si Lisa me odiará. Me pregunto si querrá llevarla
de regreso a Phoenix.
Me pregunto cómo puedo convencerlos de que lo tenemos bajo control.
—¿Cómo vamos a llamarlo? —pregunto.
Está emocionada cuando le pregunto esto. Le gusta hablar de nombres.
Dice que si es una niña, quiere llamarla Clara. Como su
abuela.
Digo que me hubiera gustado conocer a su abuela. Quiero saber de la
mujer que le dará el nombre a mi hija. Me cuenta que su
abuela me habría amado. Digo que me encanta el nombre
Clara.
—¿Y si es un niño? —pregunto.
—Puedes escoger el nombre del niño —dice.
Digo que es un montón de presión. Digo que tendrá que vivir con
su nombre el resto de su vida. Dice—: Entonces es mejor que escojas
uno bueno.
Más vale que escoja uno bueno.
—Uno que significa algo para ti —dice.
Uno que signifique algo para mí.
Le digo que tengo el nombre perfecto para él.
Quiere saber cuál es. Digo que no le voy a decir. Voy
a decírselo después de que se convierta en su nombre.
Después de que nazca.
Me dice que estoy demente. Que se niega a dar a luz a
nuestro bebé hasta que sepa su nombre.
Me río. Le digo que no tiene elección.
Me dice que estoy loco.
Te encanta eso de mí, Romina.
Me está trastornando este Pedro: entre los recuerdos y la realidad que es una dulzura y amor y después se esconde y encierra me vuelven loca. Muy buena esta historia
ResponderEliminarEstoy igual q Sil!!! Tengo tantas ganas de entender qué lo hizo ser como es, q cada vez q leo el pasado quiero saber q es lo q pasó para entender un poco más! Muy buenos capítulos!
ResponderEliminarBuenísima nove!! Estoy igual q las chicas, necesito saber q le pasó a Pepe en su pasado!! Jaja espero los prox caps! Bsoo @GraciasxTodoPYP
ResponderEliminarBuenísimo, seguí subiendo!!!
ResponderEliminar