PEDRO
Seis años antes…
—¿Por qué es todo amarillo?
Mi padre está de pie en la puerta de la habitación de Romina,
mirando las pocas cosas que hemos recogido en los meses transcurridos
desde
que sabe del embarazo. —Parece que un pájaro vomitó
aquí.
Romina se ríe. Se encuentra de pie en el espejo del baño, poniéndole
los toques finales a su maquillaje. He estado sobre su cama,
mirándola.
—No queremos saber si es niño o una niña, por lo que estamos comprando
colores neutrales sin género.
Romina responde la pregunta de mi papá como si fuera una más de tantas,
pero ambos sabemos que es la primera. Él no ha preguntado por el
embarazo. No pregunta por nuestros planes. Por lo general, sale
de la habitación si Romina y yo nos encontramos allí.
Lisa no es muy diferente. Ella no está más allá del punto de
desilusión o tristeza todavía, así que no la presionamos. Tomará
tiempo, así que Romina y yo se lo estamos dando.
En este momento, Romina sólo me tiene a mí para hablar sobre el bebé, y
yo sólo la tengo a ella, y aunque eso parece muy poco, es
más que suficiente para ambos.
—¿Cuánto tiempo durará la ceremonia? —pregunta mi papá.
—No más de dos horas —le digo.
Él dice que deberíamos irnos.
Le digo que en cuanto Romina esté lista, podemos irnos.
Romina dice que está lista.
Nos vamos.
***
—Felicitaciones —le digo a Romina.
—Felicitaciones —me dice.
Los dos nos graduamos hace tres horas. Ahora estamos sentados sobre mí
cama, pensando en nuestro próximo paso. O al menos yo, de todos modos.
—Vamos a vivir juntos —le digo.
Ella se ríe. —Ya vivimos juntos, Pedro —señala.
Niego con la cabeza. —Sabes lo que me refiero. Sé que ya
tenemos planes para después de empezar la universidad en Agosto, pero
creo que deberíamos hacerlo ahora.
Se levanta sobre un codo y me mira, probablemente intentando
leer mi expresión para ver si lo que digo es en serio.
—¿Cómo? ¿A dónde iremos?
Me estiro hacia mi mesita de noche y abro el cajón de arriba. Saco
la carta y se la entrego.
Ella empieza a leer en voz alta.
Estimado Sr. Alfonso,
Me mira, y sus ojos se abren.
Felicitaciones por su registro de verano. Nos complace
informarle que su solicitud de vivienda familiar ha sido
procesada y aprobada.
Romina sonríe.
Adjunto encontrará un sobre de retorno y los trámites
finales que tendrán que ser devueltos por el matasellos
en fecha.
Romina ve el sobre y rápidamente le da un vistazo a
la documentación adjunta. Luego vuelve a girarla.
Esperamos con interés recibir los formularios completados. Nuestro
contacto
con la información se encuentra debajo en caso de que tenga alguna
pregunta.
Atentamente,
Paige Donahue, Registrador
Romina cubre su sonrisa con la mano y pone la carta
a un lado, luego se inclina hacia adelante y me abraza.
—¿Tenemos que mudarnos ahora? —dice.
Me encanta cómo la emoción evidente arropa en su voz.
Le digo que sí. Romina se alivia. Ella sabe tan bien como yo cómo
de torpes las próximas semanas habrían sido en la misma
casa que nuestros padres.
—¿Le has preguntado ya a tu padre?
Le digo que se olvida que somos adultos ahora. Ya no tenemos
que pedirles permiso. Sólo tenemos que informarlo.
Romina dice que quiere informales en este momento.
Tomo la mano de Romina, y caminos juntos a la sala de estar
y le informamos a nuestros padres que nos mudamos.
Juntos.
Ayyyyyyy, Dios mío, no se x q me imagino q se viene algo muy feo y se van a separar y x eso Pedro quedó tan trastornado con respecto a enamorarse.
ResponderEliminarAy! tengo tanta curiosidad por saber como van a manejar esta situación Paula y Pedro, como de saber que fue lo q le pasó con Romina, qué pasó con ese hijo q esperaban, habrá nacido?
ResponderEliminarMe da miedo imaginar q paso con Romina y el bebé, habrá sido algo terrible, para q haya dejado así a Pedro. Y por otra parte pobre Paula q acepta lo tan poco q le da él :( #angustia
ResponderEliminarBuenísimo, cada vez más atrapante la historia!!!
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