PEDRO
Seis años antes…
—¿Qué pasa si resulta ser gay? —pregunta Romina—. ¿Te
molestaría?
Está sosteniendo a Clayton, y ambos estamos sentados en la cama
del hospital. Estoy al final de la cama de cara hacia ella, viéndola
observarlo.
Sigue preguntando cosas raras. Haciendo otra vez del
abogado del diablo.
Dice que tenemos que hablar de estas cosas ahora así no huiremos
de ningún problema paternal en el futuro.
—Me molestaría si él sintiera que no puede hablar de eso
con nosotros. Quiero que sepa que puede hablar de lo que sea con
nosotros.
Romina le sonríe a Clayton, pero sé que su sonrisa es por mí.
Porque amó mi respuesta.
—¿Qué pasa si no cree en Dios? —pregunta.
—Puede creer en lo que desee. Sólo quiero que sus creencias –o
la falta de ellas– lo hagan feliz.
Sonríe de nuevo.
—¿Qué pasa si comete un terrible, atroz y cruel crimen y
lo mandan a prisión de por vida?
—Me cuestionaría dónde me equivoqué como padre —le digo.
Levanta la mirada. —Bueno, basado en este interrogatorio, estoy
convencida que nunca cometerá un crimen, porque ya eres
el mejor papá que nunca he conocido.
Ahora está haciéndome sonreír a mí.
Ambos miramos a la puerta cuando se abre y una enfermera entra.
Nos da una sonrisa apenada. —Es hora —dice.
Romina gime, pero no sé a lo que la enfermera se
refiere. Romina ve la confusión en mi rostro.
—Su circuncisión.
Mi estómago se tensa. Sé que hablamos de esto durante el
embarazo, pero de repente estoy arrepintiéndome, sabiendo
lo que está a punto de pasar.
—No es tan malo —dice la enfermera—. Lo anestesiaremos primero.
Se acerca a Romina y comienza a tomarlo de los brazos de
Romina, pero me inclino.
—Espere —le digo—. Permítame sostenerlo primero.
La enfermera retrocede un paso, y Romina me tiende a Clayton. Lo
llevo frente a mí y bajo la mirada para observarlo.
—Lo siento mucho, Clayton. Sé que dolerá, y sé que es castración, pero…
—Tiene un día —interrumpe Romina, riendo—. Apenas hay
algo que le puedan castrar aún.
Le digo que guarde silencio. Le digo que estoy teniendo un momento padre
e hijo,
y tiene que fingir que no está aquí.
—No te preocupes, tu madre se fue de la habitación —le digo a Clayton,
guiñándole el ojo a Romina—. Como decía, sé que es como una castración,
pero me agradecerás más tarde por esto. Especialmente cuando seas más
adulto
y te llegues a involucrar con las chicas. Con suerte no hasta después que
tengas dieciocho, pero será más agradable alrededor de los
dieciséis. Así fue conmigo, de todas formas.
Romina se inclina y alarga los brazos. —Es
suficiente unión —dice, riendo—. Creo que necesitamos
revisar los límites de conversación padre e hijo mientras esté
siendo castrado.
Le doy un pequeño beso en la frente y se lo entrego a
Romina. Hace lo mismo y se lo da a la enfermera.
Vuelvo a mirar a Romina y gateo hacia ella hasta que yazco junto
a ella en la cama.
—Tenemos el lugar para nosotros —susurro—. Hagámoslo.
Hace una mueca. —No me siento sexy ahora mismo —dice—. Mi estómago
está flácido, y mis
pechos están enormes, y necesito una
ducha urgentemente, pero duele tanto intentar tomar una
ahora.
Bajo la mirada a su pecho y jalo el cuello de su bata de
hospital. Miro su camiseta y sonrío. —¿Cuánto tiempo se quedarán
así?
Ríe y aleja mi mano.
—Bueno, ¿cómo se siente tu boca? —le pregunto.
Me mira como si no entendiera mi pregunto, por lo que
elaboro.
—Sólo estoy preguntando si tu boca duele como el resto de tu cuerpo,
porque si no, quiero besarte.
Sonríe. —Mi boca se siente genial.
Me levanto sobre mi codo así no tiene que darse la vuelta.
Bajo la mirada, y verla bajo de mí se siente diferente
ahora.
Se siente real.
Hasta ayer, francamente se sentía como si hubiéramos estado jugando
a las casitas. Por supuesto, nuestro amor es real, y nuestra relación es
real, pero hasta que presencié cuando le dio vida a mi hijo ayer,
todo lo que sentía antes de ese momento fue como un juego de niños
comparado con lo que siento por ella ahora.
—Te amo, Romina. Más de lo que te amaba ayer.
Sus ojos me miran como si supiera exactamente de lo que
estoy hablando. —Si hoy me amas más de lo que me amabas
ayer, entonces no puedo esperar para mañana —dice.
Mis labios bajan a los suyos y la beso. No porque debería, sino
porque lo necesito.
***
Yazco de pie fuera de la habitación del hospital de Romina. Ella y Clayton
están en el cuarto, tomando una siesta.
La enfermera dijo que apenas lloró. Estoy seguro que le dice eso a todos
los
padres, pero le creo de todas maneras.
Saco mi teléfono para enviarle un mensaje a Ian.
Yo: Fue castrado hace unas horas. Lo soportó como un campeón.
Ian: Ouch. Iré a verlo esta noche. Estaré ahí
después de las siete.
Yo: Nos vemos luego.
Mi padre camina hacia mí con dos cafés en sus manos,
por lo que guardo el teléfono en mi bolsillo trasero.
Me tiende uno de los cafés.
—Se parece a ti —dice.
Está intentando aceptarlo.
—Bueno, me parezco a ti —digo—. Salud por los genes fuertes.
Levanto el café, y mi padre estrella el suyo contra él, sonriendo.
Está intentando.
Se recuesta contra la pared para apoyarse y baja la mirada a su
café. Quiere decir algo, pero es difícil para él.
—¿Qué sucede? —pregunto, dándole la apertura. Levanta
la mirada de su concentración en el café, y encuentra la mía.
—Estoy orgulloso de ti —dice con sinceridad.
Es una simple declaración.
Cuatro palabras.
Cuatro de las más impactantes palabras que nunca he escuchado.
—Por supuesto, no es lo que quería para ti. Nadie quiere ver
a su hijo convertirse en papá a los dieciocho, pero… estoy orgulloso
de ti. Por cómo lo has enfrentado. Por cómo has tratado
a Romina. —Sonríe—. Hiciste lo mejor en una situación difícil,
y honestamente, es más de lo que los adultos harían.
Sonrío. Le agradezco.
Pienso que la conversación ha acabado, pero no.
—Pedro—dice, queriendo añadir más—. Respecto a Lisa… y
tu madre.
Levanto la mano para detenerlo. No quiero tener esta
conversación hoy. No quiero que este día se convierta en su justificación
por lo que le hizo a mi madre.
—Está bien, papá. Lo hablaremos en otro momento.
Me dice que no. Dice que necesita hablarlo conmigo ahora.
Me dice que es importante.
Quiero decirle que no es importante.
Quiero decirle que Clayton es importante.
Quiero concentrarme en Clayton y Romina, y olvidarme sobre el
hecho que mi padre es humano y toma decisiones horribles como el
resto de nosotros.
Pero no digo nada de eso.
Escucho.
Porque es mi padre.
No nos podés dejar así x favorrrrrrrrr!!!!!!!!!!!! Qué es lo que pasa????
ResponderEliminarNooo necesito más!! Jajaj nunca sufrí tanto x saber q pasa en una nove! Jajaj pero la amoo! (odio a romina, soy muy celosa jaja) espero los prox! Bsoo @GraciasxTodoPYP
ResponderEliminarCada vez estoy más confundida e intrigada con esta novela! Había pensado q ese hijo jamás nació, y ahora? Quiero saber de su pasado más q lo q pueda pasar en el presente! Una locura! Muy buenos capítulos! Quiero más!!!!!!!
ResponderEliminarmuero de la curiosidad, quiero saber q paso con ese bebecito, pobre Pedro, él realmente los amaba. y tbm quiero q ame a Paula.. dios mio, QUIERO SABER jajajajajaj ansiedad al 1000% :)
ResponderEliminarBuenísimo, seguí subiendo!!!!
ResponderEliminar